El sistema digestivo es mucho más que un conducto por donde pasa la comida. En él habita una comunidad de billones de microorganismos —la microbiota intestinal— que desempeñan un papel crucial en nuestra salud. Cada vez más estudios revelan que tener una microbiota equilibrada está relacionado con una mejor digestión, inmunidad, estado de ánimo e incluso peso corporal.

¿Qué afecta a nuestra salud digestiva?

Factores como el estrés, el uso excesivo de antibióticos, una dieta pobre en fibra y rica en azúcares simples pueden alterar la microbiota, provocando desequilibrios que afectan tanto a nivel digestivo como general.

Síntomas frecuentes de desequilibrio intestinal:

• Hinchazón abdominal
• Gases
• Digestiones pesadas
• Estreñimiento o diarrea
• Fatiga
• Cambios de humor

¿Cómo nutrir tu intestino?

Aumenta el consumo de fibra Presente en frutas, verduras, legumbres, cereales integrales y frutos secos. La fibra actúa como alimento para las bacterias beneficiosas del intestino.

Incluye alimentos fermentados Como el yogur natural, kéfir, chucrut, miso o kombucha. Aportan probióticos que refuerzan la microbiota.

Prioriza alimentos reales y evita los ultraprocesados Los aditivos, azúcares añadidos y grasas trans afectan negativamente a la flora intestinal.

Hidrátate adecuadamente El agua facilita el tránsito intestinal y la eliminación de residuos.

Gestiona el estrés y haz ejercicio moderado La salud intestinal está íntimamente relacionada con el sistema nervioso. El estrés crónico puede alterar la flora.

Conclusión

Una buena digestión comienza mucho antes del plato, y cuidarla implica revisar nuestros hábitos diarios. Alimentar a nuestra microbiota con inteligencia nos abre la puerta a una salud más integral, desde dentro hacia fuera.